Lo de los Juzgados de Alcalá de Guadaira no tiene nombre. Según el Instituto Nacional de Estadística, en su informe de 12 de julio de 2012, la población de esta localidad Sevillana ronda los 73.000 habitantes, que no es moco de pavo. Para que se hagan una idea de lo que son 73.000 habitante, apuntar que Alcalá es la tercera ciudad más importante, en cuanto a población, de la provincia de Sevilla y ocupa la posición 21 entre las ciudades más pobladas de Andalucía, por delante de las mucho mejor equipadas en infraestructuras de todo tipo, incluyendo, por supuesto, las sedes judiciales, ciudades como Torremolinos, Sanlúcar de Barrameda, Estepona, La Línea de la Concepción o Benalmádena.
Cuando uno se queja, puede tener más o menos razón, pero lo de esta sede judicial clama al cielo, se mire por donde se mire. Problemas hay muchos, como que por ejemplo, que la Fiscalía, que se tiene que desplazar desde Dos Hermanas (¿una ciudad de 74.000 habitantes sin Fiscalía propia?), no tenga un cuarto con una mesa y sillas (no me atrevo a decir despacho ni a mencionar equipaciones tecnológicas), donde poder despachar los asuntos, o que ni los Procuradores ni los Abogados dispongan, como en otros juzgados, de unas dependencias donde poder hacerse el traslado de documentos, los primeros, o bien despachar con sus clientes reservadamente, los segundos.
Pero no queda ahí la cosa, pues hay problemas más importantes, como que se incumplan varias normativas muy importantes, con respecto a la separación, por ejemplo, de testigos, o de agresor y víctima, pues no hay dependencias separadas para estos casos.
Y, por supuesto, no se me podía olvidar lo más importante, dejando atrás todo lo demás. En la sede judicial de Alcalá de Guadaira, NO HAY ASCENSOR, ni medios adaptados para salvar las escaleras (estrechas y de más de 20 peldaños) para acceder a Juzgados y salas de Vistas. ¿Se imaginan las situaciones que diariamente se producen?; discapacitados, personas enfermas o con lesiones que limiten su movilidad, personas mayores, padres con cochecitos de bebés, etc… La inmensa mayoría de las veces, son los sufridos funcionarios quienes han de desplazarse hasta el recibidor (si se puede llamar así a un pasillo estrecho a la entrada de la sede judicial) donde se atiende, como se puede, a todos aquellos ciudadanos que no pueden acceder a la primera planta. Eso si, la intimidad y la reserva no existen cuando, por ejemplo, te toman declaración, delante de 20 desconocidos que están esperando por sus respectivos asuntos.
Desde hace años, mucho antes de la llegada de la crisis (que parece que todo lo justifica, aún más, si cabe, en lo referente a carencia de inversión de medios públicos), se ha estado llenando el buzón de quejas y reclamaciones repetidas veces con las mismas quejas y no ha servido absolutamente para nada.
Hace años apuntaba alguien que la manera más económica de solucionar muchos de los problemas de este edificio, sería agrandarlo ocupando el aparcamiento judicial, a la izquierda de la fachada, donde se podría poner el ascensor, y construir nuevos despachos, salas y dependencias.
Espero que los responsables tomen nota, mediten el asunto y aporten soluciones para mejorar esta importante dotación para los ciudadanos y los profesionales que trabajamos en estas penosas circunstancias .